Terapia para Adolescentes

La terapia para adolescentes sucede de la misma manera que la individual de adultos, salvo por la especial atención que merece este tipo de etapa, en la que aún se está creciendo, madurando, experimentando…y fraguando un sistema de creencias y valores. Todo ello se suma a cambios en el desarrollo físico que no siempre son fáciles de integrar, y que sin duda no se pueden pasar por alto.

Con adolescentes es especialmente importante la construcción de un buen vínculo de confianza paciente/terapéuta, donde el/la joven se puedan sentir 100% cómodos y seguros.

Requisito imprescindible (en menores de 18 y casi siempre también mayores si aún viven con los padres) es tener una primera sesión de intercambio con los padres, y hacer un seguimiento progresivo, con una periodicidad adaptada a las necesidades de cada caso. Está garantizada la confidencialidad del contenido de las sesiones y el compromiso de no revelación de datos a los padres o tutores,
excepto en circunstancias en las que el contenido terapéutico contenga
información acerca de algún riesgo para el/joven o alguien de quien este/a nos informe.